¡Urge política nacional para control de bebidas embriagantes!
Por Guillermo Pimentel Balderas International The News Su venta libre y “protectora” ha permitido se prolifere y en consecuencia se incremente su compra en forma desproporcionada. Una de cada 3 mujeres que sufrieron agresiones por parte de sus parejas, éstos estaban ingiriendo alcohol.
RASA exhorta a Claudia Sheinbaum incluir en sus programas de salud una Política Nacional sobre Alcohol para la inspección de este vicio autorizado y que contribuya a reducir la carga de enfermedad y muerte asociada a su ingestión.
El consumo de bebidas alcohólicas es un problema de salud pública que además desafía al desarrollo social y económico de muchos países. Se estima, con base a una amplia evidencia, que es la droga que genera los mayores daños sociales teniendo como un aspecto central su asociación con la violencia intrafamiliar, de género y comunitaria, con todas las consecuencias que ésta genera tanto en el ámbito de la salud mental, el desarrollo infantil, la descomposición familiar y comunitaria.
Esta sustancia psicoativa (el alcohol), modifica los pensamientos y la conducta. Además, su consumo esta relacionado con el desarrollo de 60 enfermedades y es un factor de riesgo para más de 200 condiciones de salud.
Por tales motivos, la Red de Acción sobre Alcohol (RASA) hizo un exhorto a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a incluir en sus programas una política nacional para el control de bebidas alcohólicas, que incorpore, entre otras medidas, modificar el esquema actual de impuestos especiales al alcohol, fortalecer las restricciones de publicidad y aplicar medidas estrictas para disminuir la su alta disponibilidad en nuestro país.
RASA, dijo que el llamado a la nueva administración federal es legislar para tener una política nacional para el control del alcohol que contemple las recomendaciones de organismos internacionales como la OMS, OPS y la iniciativa RESET, que contribuya a reducir la carga de enfermedad y muerte asociada al consumo de alcohol.
Por ello, urgió y calificó como necesario tener una política nacional para el control de las bebidas alcohólicas, ya que su consumo tiene una estrecha relación con la violencia en los diferentes ámbitos de la vida social. Por ejemplo, en el 35% de los casos de maltrato infantil se observó que los padres se encontraban bajo los efectos del alcohol en el momento del incidente Además, una de cada 3 mujeres que sufrieron agresiones por parte de sus parejas, declaran que éstos estaban bebiendo alcohol.
Juan Arturo Sabines, vocero de la Red de Acción Sobre Alcohol (RASA), en entrevista con este reportero, refirió que actualmente, México registra el número más alto de puntos de venta de alcohol (para llevar) en toda la historia de nuestro país, tan sólo entre 2015 y 2024 se ha registrado un incremento del 63% de comercios de venta al por menor de cerveza y en comercios al por menor en minisupers, el incremento en el mismo periodo es del 28%...
“El consumo de alcohol en nuestra sociedad se considera como algo normal, pasando por alto las graves consecuencias e impactos que tiene su consumo a nivel social y de salud. La alta densidad de puntos de venta de alcohol se traduce en un incremento en la disponibilidad de bebidas alcohólicas y por tanto en un alto consumo.
El consumo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo para la salud de la población a nivel mundial e incide directamente en varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas relacionados con la salud, afecta negativamente a casi todas las metas del ODS”.
Consideró que en nuestro país urge una política nacional sobre alcohol que permita el fortalecimiento y seguimiento de políticas públicas de restricción de la disponibilidad física del alcohol; por ejemplo: 1) políticas que limiten el horario de venta de alcohol para establecimientos tanto para consumo dentro y fuera de las instalaciones, 2) leyes que especifiquen los límites de distancia entre puntos de venta, distanciando uno de otro, 3) políticas que regulen el otorgamiento de licencias para la venta de alcohol.3 También se ha visto que el aumento del precio del alcohol es la estrategia más eficaz para reducir y prevenir los daños relacionados con su consumo.
Cabe mencionar que la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh, 2016), destaca una conexión directa entre el consumo de alcohol por parte de los agresores y los actos de violencia contra las mujeres. Y, de acuerdo con la Encuesta RESET Alcohol México 2024, realizada por Vital Strategies, el 97% de la población mexicana está preocupada por la violencia contra la mujer atribuible al consumo de alcohol.
Por lo tanto, la relación entre el consumo de alcohol por parte de las parejas masculinas y la violencia de género en México es un problema complejo y profundamente arraigado, que requiere atención inmediata y sostenida. “A mayor disponibilidad de alcohol (publicidad, puntos de venta, horarios, promociones y bajo costo), es mayor su consumo”, describe el vocero de RASA.
Agregó que a través de la educación, las intervenciones comunitarias y especialmente de una política nacional para el control del alcohol, es posible revertir estas tendencias y construir una sociedad donde la equidad de género y el respeto sean la norma, permitiendo a las mujeres vivir libres de violencia y miedo.
“En México, diversos estudios5 han demostrado que existe una correlación significativa entre el consumo excesivo de alcohol por parte de hombres y el aumento de la violencia física, emocional y sexual contra sus parejas. Las mujeres que se encuentran en relaciones donde el alcohol desempeña un papel central son más propensas a experimentar episodios de agresión donde los límites del respeto y la seguridad se ven gravemente erosionados”, afirma. Juan Arturo Sabines.
Por su parte, Martha Romero, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría, certificó que existe suficiente evidencia científica en torno a la asociación entre el consumo de alcohol y la violencia de género. “Sabemos que la violencia de género es causa de muerte en las mujeres, además es el origen de años de vida saludables perdidos por la discapacidad y disminuye los años de vida útiles en las mujeres”, es decir, “la carga de enfermedad en las mujeres asociada a la violencia es un tema preponderante”.
Inclusive, opinó que si bien la violencia hacia las mujeres se expresa desde la infancia en abusos sexuales, físicos y emocionales, “se sabe también que no todos los grupos de mujeres están igualmente expuestos, siendo las más vulnerables las mujeres que viven en unión libre y las divorciadas, las niñas/jóvenes y las mujeres trans…”.
Agregó: “Los hallazgos de investigación señalan que el alcohol actúa como un factor proximal además de los factores distales, como los problemas de pareja en la perpetuación de la violencia basada en el género. Es un hecho que la cultura patriarcal y el desequilibrio en el poder en las sociedades contribuye de manera significativa a aumentar el riesgo”.
Otra voz de alerta, la dio Susana González, especialista en violencia de género de Gendes (Género y Desarrollo, A.C.), quien mencionó que existe la relación entre el abuso en el consumo de alcohol, masculinidades y la violencia es compleja y multidimensional.
“Por un lado, debemos considerar que las normas de género que exige la masculinidad tradicional promueven la idea de que los hombres deben ser fuertes, dominantes, competitivos y resistentes, y el consumo de alcohol a menudo se asocia con estas características, lo que puede derivar en una mayor aceptación de comportamientos violentos.
Asimismo, esto puede explicar por qué el abuso de alcohol se ha vinculado a tasas más altas de violencia de pareja y de violencia sexual. Los hombres que consumen grandes cantidades de alcohol pueden ser más propensos a ejercer violencia contra mujeres, perpetuando ciclos de abuso y dominación”, asentó.
La maestra Yahaira Ochoa, coordinadora de Comunicación de Salud Justa Mx y especialista en género, comentó que existe una relación directa entre el consumo de alcohol y violencia hacia las mujeres que es preciso analizar. “La violencia que enfrentan las mujeres debido al consumo de alcohol, principalmente por parte de sus parejas, puede ser de todos los tipos: física, psicológica, económica.
Es importante que resaltemos que la violencia no sólo afecta a las víctimas, sino a todo el tejido social. En México urge una política nacional con perspectiva de género integral, para el control de bebidas alcohólicas que contemplen las medidas ya recomendadas por organismos internacionales”,
Ampliamente documentado en medios informativos, se destaca que las sustancias psicoativas como el alcohol, modifican los pensamientos y la conducta. Además, su consumo esta relacionado con el desarrollo de 60 enfermedades y es un factor de riesgo para más de 200 condiciones de salud. Aún así, sus ventas crecen sin que los legisladores de todos los partidos políticos tomen conciencia al respecto pues, al parecer, al igual que con el tema del tabaco, hay complacencia y, se dice, hasta protección a estos flagelos. |
|
|